Buscan apoyo para trasplante de médula en niño

Luis Ángel Gómez
06 noviembre 2015

"Requiere Ricardo Michel de recursos para tratamiento postransplante"

Cuando celebró su cumpleaños número 8, Ricardo Michel Salazar, quien ahora tiene 11 años, se sintió mal y fue llevado al IMSS para practicarle unos análisis. El resultado: anemia de Fanconi. Una deficiencia de la sangre para reproducir glóbulos rojos.
A través del Centro de Atención de los Derechos Humanos Margarita A.C., fue como Ricardo consiguió recursos económicos para comprar su boleto de camión, el de su padre y hermana, quienes lo acompañaron a la Ciudad de México donde mañana será internado a las 6:00 horas para estudios previos a su implante de médula ósea.
"Se consiguió el apoyo del Seguro Social para que se la haga el trasplante de médula en el servicio de hemato oncología pediátrica en el Centro Médico La Raza, y con ese trasplante se soluciona el problema del niño en un 90 por ciento", comentó Margarita Domínguez Ocampo, directora del centro de atención.
Pero no se termina el problema con la cirugía. Ricardo también debe llevar un tratamiento postrasplante que la institución de salud no puede financiar y la familia del menor no cuenta con los recursos para ello, además de no contar con dinero para el regreso de la capital de País en avión, porque, aunque se sea dado de alta, no es conveniente que viaje 18 horas sentados en un camión, debido a sus condiciones posteriores a la operación.
"Para su regreso se necesitan como 10 mil pesos para el avión, pues su papá lo va a acompañar ya que él es quien va a donar la médula, y también es quien dona la sangre para la transfusión y la aferisis que le hacen al niño cada 27 días que necesita", explicó la activista.
La hermana de Ricardo, Merary Michel Salazar, dijo que la situación es desesperada porque su papá no trabaja desde hace cuatro años, sólo realiza empleos temporales para estar al pendiente de la salud de su hijo, y todos viven en la casa de la abuela paterna, quien los ha apoyado dándoles albergue.
Ricardo ha aprendido a vivir con un cubreboca, el cual ha incorporado a su vestimenta cotidiana como una prenda más porque está bajo de defensas ya que cualquier microorganismo que entre a su cuerpo representa un riesgo para su salud.
"Tengo muchas ganas de vivir y no quiero seguir así como estoy desde hace casi cuatro años, por eso le pido a la gente que por favor me ayude", manifestó Ricardo, quien en este momento va en un camión rumbo a la Ciudad de México.

Si usted desea apoyar al pequeño puede depositar su donativo a la cuenta:
40-00299872-1 de Banco Santander a nombre de Ricardo Michel Salazar