4 consecuencias de la infidelidad: Piénsalo muy bien antes de caer
"Son muchos los factores que motivan a las personas a ser infieles, pero éstas tendrían que pensársela no dos veces, sino las necesarias porque se afecta, a veces de modo irreversible, a la persona amada y, por extensión, a la familia."
Deseret News
Existen dos clases de infidelidad: la más común se da durante el noviazgo, en los jóvenes, donde los sentimientos, las emociones y el compromiso carecen de la estabilidad necesaria para concretar un proyecto común; la otra es la etapa del matrimonio.
Muchas personas (me incluyo en la lista) han pasado por el duro dolor que provoca una infidelidad, no importa si sucede en el noviazgo o en la vida matrimonial. Las consecuencias posibles son los conflictos, la violencia, el divorcio y la separación.
Recordemos que todos somos y actuamos de diferente manera; de modo que el proceso de sanación es distinto. Factores como la edad, el compromiso y la madurez son fundamentales para sobrellevar la situación y sanar el alma. Cuando se tienen hijos, el proceso de superación del drama resulta más complicado, porque se involucra a toda la familia.
Sin más preámbulo, antes de pensar en ser infiel a la pareja, mejor reflexiona sobre estas cuatro consecuencias (aunque hay más) que provoca este acto y valora lo que tienes en casa, tu familia:
1. Se quebranta toda una familia
La unión familiar se destruye por completo, las relaciones entre la pareja se vuelven conflictivas, originando un ambiente de violencia, rencor, dolor, inseguridad y desprecio.Los hijos toman parte en las peleas de los padres al ver el maltrato, los insultos y el caos que se vive en el hogar.
En algunas ocasiones, la persona que comete la infidelidad es incapaz de ejercer de nuevo sus responsabilidades dentro de la familia por que ha decidido abandonarla, separarse o divorciarse. Todos los integrantes sufren y experimentan el dolor de la infidelidad. La pareja afectada y los hijos desarrollan sentimientos de inseguridad, temor, miedo y desconfianza, viéndose afectadas gravemente la salud física y emocional.
2. Confianza, no más
Cuando la pareja afectada decide perdonar de corazón, le costará mucho trabajo recuperar la confianza hacia la pareja por el temor y la incertidumbre de no saber cómo va actuar la otra parte y surge el miedo de pensar que vuelva a suceder la infidelidad.
Existen casos donde la pareja afectada decide separarse y casarse nuevamente, pero el simple hecho de haber experimentado una infidelidad en su relación abrirá secuelas en su nueva relación. No es ley, pero sucede.
3. Las emociones en el filo
Debido al caos que provoca la infidelidad, a la persona afectada le costará concentrarse en sus obligaciones y responsabilidades, dejará de lado sus metas y será propensa a perder el trabajo; posiblemente caerá en depresión.
El dolor es devastador, crea sentimientos de rabia, ansiedad, tristeza, inseguridad, desilusión, desprecio, confusión, culpa y reproche. Para sanar las emociones es recomendable que acuda con un especialista no sólo el afectado directamente, sino todos los integrantes de la familia, ya que todos sufrimos de manera diferente.
4. El dolor se siente en todo el cuerpo
La víctima del acto infiel pierde el apetito, ve alteradas sus horas de sueño, aparece el insomnio, no tiene energía, ni ganas de realizar cualquier actividad; descuida su imagen, higiene y vestimenta.
A veces, la infidelidad crea problemas fisiológicosy psicológicos como la bulimia, la anorexia o, en caso contrario, la obesidad, por el descontrol alimenticio.
Son muchos los factores que motivan a las personas a ser infieles, pero éstas tendrían que pensársela no dos veces, sino las necesarias porque se afecta, a veces de modo irreversible, a la persona amada y, por extensión, a la familia. Para evitar este dolor lo mejor es la comunicación con la pareja, el compromiso mutuo, el respeto y el amor.