"Hidratación"

Amigo lector de Noroeste, el consumo de agua natural se ha vuelto casi nulo, que tiende a desaparecer (ojalá que no). La situación se ha incrementado con el abuso de bebidas (algunas según nutritivas, otras deportivas).

Esto lo podemos dejar en duda, recordemos que el agua es indispensable para la vida, ya que tiene sorprendentes propiedades, además de ser el mayor componente del cuerpo humano, ya que constituye dos terceras partas (60 a 65 por ciento) del hombre adulto. 

Cuando existe pérdida o falta de agua en el cuerpo éste se encuentra deshidratado, lo que nos lleva a desordenes orgánicos.

Las funciones del agua en nuestro cuerpo son innumerables, interviene en la circulación, en reacciones bioquímicas del metabolismo, en el transporte de sustratos a través de la membrana celular y en la regulación de la temperatura corporal, entre otras.

El cuerpo humano cuenta con mecanismos que ajustan el volumen y la composición de los compartimentos líquidos, lo cual posibilita mantener un medio interno constante que apoya el desarrollo de las múltiples funciones y permiten conservar la salud. Estos mecanismo permiten la redistribución del agua cuando hay exceso y la incorporación cuando hay déficit.

Las fuentes de agua para el ser humano son tres, todas las bebidas, el agua contenida en los alimentos y el agua metabólica, que es la que se obtiene por la oxidación de los macronutrientes.

El consumo de agua en el ser humano tiene una gran importancia en cualquier etapa de la vida, pero en el lactante, infancia, adolescencia y terceras edad, es mayor, ya que es más fácil que se sufra una deshidratación en estas etapas,  perjudicando su salud. 

En el lactante, niño y adolescente, es de gran ayuda la cultura de consumo de agua natural, ésta les ayudará no sólo en la hidratación, ya que en etapas posteriores les evita el daño que ocasionan las bebidas preparadas con endulsocolorantes. 

Como ve, existen motivos suficientes para que el encargado de la educación física y en la familia, fomentemos el consumo de agua natural. 

En el adulto se recomienda la ingesta de más de tres litros de agua diariamente a una temperatura de 12 a 20 grados centígrados, esta indicación es un promedio, ya que influye el medio ambiente.

En el adulto, en condiciones normales, el establecimiento del equilibrio hidroelectrolítico es fácil de lograr debido a mecanismos neuronales, endocrinos y renales.

Sin embargo siempre se debe tener en cuenta el clima, actividades laborales y deportivas, ya que pueden ser factores de alteración hídrica.

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