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"Le rinden homenaje"

"Dan el último adiós a policía asesinado"

"Despiden familiares y amigos a Roberto Esparza Valenzuela, ante el llanto inconsolable de sus seres queridos"

MAZATLÁN._ Ante el llanto inconsolable de su madre, de sus hermanos, amigos y compañeros de trabajo, ayer por la tarde se le dio el último adiós al policía segundo Roberto Esparza Valenzuela, quién murió en un atentado a tan sólo dos días después de haberse ido de su natal Mazatlán a Culiacán para seguir trabajando como secretario particular y escolta del ex Secretario de Seguridad Pública, Juan Antonio Murillo Rojo.

"Por qué te fuiste, por qué me dejaste, qué dolor tan grande dejas en mi corazón", dijo su mamá Guillermina Valenzuela Echeverría con el llanto inconsolable al despedirse del cuarto de sus cinco hijos y una hija, que fue sepultado en un conocido panteón ubicado casi frente al penal de este puerto.

"Por qué te fuiste, lindo, por qué me dejaste, qué dolor tan grande dejas en mi corazón".

"Fue valiente mamá, aquí tenemos muchos compañeros como él", expresó también destrozado por la tristeza uno de sus hermanos mientras acompañaba a su madre, quien además de sus 79 años de edad lleva ahora a cuestas el peso de la pérdida de uno de sus hijos que era muy allegado a ella, que vivía con ella.

Apenas el pasado lunes Esparza Valenzuela se despidió llorando de su madre, como lo hacía siempre que se iba a un viaje largo, y es que en esta ocasión se iba a la capital del estado a seguir trabajando como secretario particular y escolta del ex SSPM de Mazatlán, Murillo Rojo, quien tras ser relevado de ese cargo el 12 del mes en curso, fue nombrado en otra responsabilidad en la Policía Ministerial del Estado, a la que pertenece.

Pero al día siguiente, un grupo armado cometió un atentado contra Murillo Rojo, dejándolo herido a él y a otro de sus escoltas, pero dos de los integrantes de su cuerpo de seguridad, Roberto Esparza (originario de Mazatlán) y Jorge Luis Lugo Félix (originario de Ahome), ambos elementos de la Policía Municipal de Mazatlán, perdieron la vida. Lugo Félix fue trasladado a su natal Ahome, donde recibió cristiana sepultura.

A las 14:00 horas de ayer al policía segundo Esparza Valenzuela se le rindió un homenaje de cuerpo presente en la explanada de la SSPM, corporación a la que perteneció por cerca de 19 años en diferentes puestos y responsabilidades, pues ingresó el 27 de junio de 1997 y trabajó hasta que fue privado de la vida por un grupo de hombres armados que no respetan nada, como lo dijo en la ceremonia el capitán retirado del Ejército, Salvador Huerta Rodríguez.

Ahí el Alcalde Fernando Pucheta Sánchez y el nuevo titular de la SSPM, teniente coronel de caballería, Joel Ernesto Soto, encabezaron la primera guardia de honor ante el féretro que contenía los restos de "Robertito", como se le conocía comúnmente en esa corporación, el cual fue cubierto con la Bandera Nacional por haber muerto en cumplimiento de su deber.

La Banda de Guerra de la Cuarta Zona Naval realizó el Toque de Silencio, en tanto que sus compañeros le hicieron el último pase de lista y dispararon una salva en su honor.

Una hora más tarde el párroco de la iglesia de la Santísima Trinidad, ubicada en el Fraccionamiento Villa Galaxia, Porfirio Langarica Escobedo, al oficiar la misma de cuerpo presente expresó en su homilía que desgraciadamente hay muchas personas que siguen viendo que sus hijos son muertos, asesinados.

"Y asesinados cobardemente, porque siquiera fuera como en los tiempos antiguos en los que se retaban y a los cuantos pasos se tiraban los balazos, diría uno es algo más justo, ...y como sea, el quitar de la vida a una persona Dios lo prohíbe en su quinto mandamiento que dice 'No matarás", añadió tras pedir solidarizarse con la mamá y familiares de Roberto Esparza en esta pena tan grande por la pérdida de su hijo.

Fue poco después de las 17:00 horas, a punto de ocultarse el sol, cuando se dio cristiana sepultura a "Robertito" ante el llanto inconsolable de sus seres queridos, y uno de sus amigos la cantó una canción que le compuso en su honor.

"Ya con esta me despido, adiós Mazatlán querido, pero te voy a extrañar, y a toditos mis amigos, se despide de este mundo Roberto Esparza su amigo".

 

 

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