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"La más baja del año"

"Baja la temperatura a 6.9 grados en Mazatlán"

"Se sintió sensación térmica de 3 a 5 grados, señala Hugo Nordahl Valdez, jefe del Observatorio local de la Conagua"

 

MAZATLÁN._ Uno de los días más fríos del invierno y del año vivió ayer el puerto al registrarse una temperatura mínima a la intemperie de 6.9 grados celsius.

Esto provocó que la sensación térmica (temperatura que registra el cuerpo) oscilara entre los 3 y los 5 grados.

Hugo Nordahl Valdez, jefe del Observatorio local de la Comisión Nacional del Agua, dijo que el descenso “brusco” en las temperaturas fue consecuencia del paso de la masa polar que impulsa el frente frío 23 que tiende a disiparse, pero también al ingreso de dos frentes fríos al país.

Se trata de los frentes fríos 24 y 25, que estarán generando este fin de semana la quinta tormenta invernal de la temperatura, debido a la fuerza que traen consigo, indicó.

El meteorólogo llamó a la población a cuidar su salud abrigándose y a no exponer a los menores de 5 años, y adultos mayores, a los vientos y lloviznas repentinas.

“Este clima es peligroso, ya que se puede salir de casa con sol, pero empieza a correr viento y es cuando se pueden incrementar los riesgos de una enfermedad, por ello, es importante que la gente esté bien informada”.

Destacó que también se esperan vientos de hasta 30 kilómetros por hora, lo que inevitablemente provocará que se sientan temperaturas más frías.

 

Sufren familias por intenso frío

 

El frío que se dejó sentir ayer en el puerto “caló hasta los huesos” a quienes habitan en las invasiones ubicadas en las periferias de la ciudad.

A pesar de estar en invierno, no había hecho el frío que se sintió este jueves en el puerto.

El viento se filtraba entre las láminas de las casas de madera de la invasión Demetrio Vallejo, ubicada sobre las vías del Ferrocarril, entre el Infonavit Jabalies y el Fovissste Jabalies, y Felicidad, al norte de la ciudad.

Y ahí, sobre un pequeño cuarto de madera y láminas destrozadas, con hoyos por todos lados, doña María Guadalupe Godínez cobija a dos de sus hijos, los menores, y a 18 nietos de diferentes edades.

Dice que cuando “hela” en el puerto, ellos, su familia, no alcanzan a calentarse.

“Por más que nos echamos cobijas y nos ponemos sudaderas, pues nomás no nos calentamos, solamente yéndonos todos a la cama, juntitos, así mero nos calentamos”, expresó la mujer.

Doña Lupita dice que cuando se es pobre, el cuerpo se adapta a muchas cosas, pero no al frío ni al calor.

Podrás dejar de comer lo que te gusta y no pasa nada, explicó, pero cuando tienes frío, ni dormir puedes.

Esta mujer habita sobre la calle Alegría, en la Colonia Felicidad.

Su esposo se dedica a la poda de árboles y de pasto. En ocasiones gana dinero, en ocasiones no.

“Así que nos amañamos, gracias a Dios tenemos una buena hornilla, dos camas y cabemos muy a gusto, humilde la casa y grande el corazón”, comentó la mujer.

Para proteger a sus nietos, doña Lupita le pide a sus hijas que les “cuelguen hasta el molcajete” a sus nietos para evitar que se enfermen.

“Pues ahí andan mis hijas poniéndoles sus gorros, sudaderos y zapatos, pues para que no se enfermen, porque usted sabe que en el Hospital General no hay medicina, y pues tiene uno qué comprar la medicina y dejas de comer, así de sencillo”.

Pero como todos sus nietos son diferentes, “La Güera”, de las más pequeñas, a pesar de estar haciendo mucho frío, ella prefiere andar “veraneando”.

Doña Lupita se úne a “La Güera”, ya que entre barrer y lavar platos, el calor brota del cuerpo.

“A eso le sumamos que cocino en hornilla, pues imagínese, me ando cociendo, no tenemos estufa, sólo hornilla, ya que no sale en ocasiones ni para el gas”, agregó la mujer.

 

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