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"Pese a incorporación de militares"

"Arranca el año 2017 en Sinaloa con más homicidios"

"En las primeras dos semanas de la administración de Quirino Ordaz Coppel fueron asesinadas 49 personas, mientras que en el mismo periodo de 2016 fueron 32, lo que significa un aumento del 53 por ciento"

A pesar de la incorporación de militares en patrullajes policiales, en los primeros 15 días de este año se registraron más homicidios con respecto al mismo periodo del año anterior.

 

De acuerdo al registro hemerográfico de Noroeste, en las primeras dos semanas de la administración de Quirino Ordaz Coppel fueron asesinadas 49 personas, mientras que en el mismo periodo de 2016 fueron 32, lo que significa un aumento del 53 por ciento.

 

La estrategia del Gobierno de Sinaloa ha sido la de incorporar a militares como mandos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal y en las de Mazatlán y Culiacán, así como soldados en patrullajes con las corporaciones civiles.

 

“Están trabajando muy coordinadamente, que eso es lo importante. (El Ejército) ha sido un apoyo importante, no reemplaza, no sustituye las labores que están haciendo los miembros de seguridad pública, pero realmente hay mucho trabajo de equipo y eso es lo importante”, dijo el sábado Ordaz Coppel en un evento público en Navolato.

 

Para Luis Astorga, especialista en temas de seguridad y narcotráfico, la presencia de militares es el factor que podría elevar las tasas de violencia por una reacción automática de grupos criminales que se ven amenazados por el estado de fuerza que puede significar.

 

“(La activación militar) no implica automáticamente que los criminales y sus apoyos se debiliten, desaparezcan o que sus actividades sean completamente neutralizadas, que esas fuerzas de seguridad actúen de manera impecable, ni que se fortalezca la democracia”, establece el sociólogo y académico de la UNAM en su libro “¿Qué querían que hiciera?”, en el que analiza la llamada Guerra contra el Narcotráfico.

 

“Interrumpir ese estado de cosas desde el gobierno central mediante el uso privilegiado de las fuerzas de seguridad y, en nombre de la democracia, necesariamente provoca reacciones de quienes se benefician del mismo”.

 

Para Edgardo Buscaglia si la estrategia de seguridad combinada entre militares y policías no se enfoca a desarticular a los grupos criminales y sus redes, entonces podría repetirse lo que sucedió durante la Guerra contra el Narcotráfico: un incremento de violencia y violaciones a los derechos humanos.

 

“No hay una política equilibrada de combate a todos los grupos criminales de gran envergadura, no se está tratando de desarticular al directorio de estos grupos criminales, a sus grupos de protección política, a los mismos empresarios que tienen en el bolsillo”, dijo en entrevista el investigador principal en derecho y economía de la Universidad de Columbia.

 

“No ves nada de eso y hasta que no veas nada de eso vas a seguir teniendo estos enfrentamientos de superior a igual”.

 

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