"Mensajeros de humanidad"

Elie Wiesel, de quien ya hemos tratado en otra ocasión, fue un sobreviviente de los campos de concentración que dedicó su vida a comunicar la ignominia sufrida y a pedir que jamás se olvidaran los 6 millones de judíos asesinados.

 

Cuando le fue concedido el Premio Nobel de la Paz, en 1986, el jurado expresó: “Wiesel es un mensajero de la humanidad. Su mensaje es de paz, reconciliación y dignidad humana. Su creencia de que las fuerzas que combaten el mal en el mundo pueden lograr la victoria es una convicción que se ganó duramente”.

 

Aun cuando no guardó resentimiento, exhibió con dramatismo los horrores de que fue testigo. Encabezó una cruzada de humanismo, pero sin defraudar la memoria de quienes fallecieron en ese exterminio.

 

“Nunca olvidaré esa noche, la primera noche en el campo, que convirtió mi vida en una larga noche, siete veces maldita y siete veces sellada... Nunca olvidaré ese humo. Nunca olvidaré las pequeñas caras de los niños, cuyos cuerpos vi convertirse en espirales de humo bajo un cielo azul en silencio. Nunca olvidaré esas llamas que consumieron mi fe para siempre. Nunca olvidaré el silencio nocturno que me privó, por toda la eternidad, del deseo de vivir. Nunca olvidaré esos momentos que asesinaron a mi Dios, a mi alma, y convirtieron mis sueños en polvo. Nunca olvidaré eso, incluso si estoy condenado a vivir tanto como Dios mismo. Nunca.

 

“Lo contrario del amor no es odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte”.

 

¿Soy mensajero de humanidad? ¿Permanezco indiferente ante la violencia?

 

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@rodolfodiazf