"Malovistas con  Quirino, ¿no que no?"

Gustavo Zavala, Rafael Lizárraga y Francisco Córdova Celaya son tres ex funcionarios malovistas que lograron colarse, de nuevo, del presupuesto público.

Se entiende que, en política, busquen los equilibrios entre grupos, pero es difícil pensar que la colocación de estas personas no es un pago por un favor.

Primero, porque Zavala fue el secretario de Malova. Fue un consentido antes y durante su gobierno. 

Fracasó en su intento de ser diputado y hoy le dan una subsecretaría de Turismo con base ¿en qué currículum?

Y en esto falla Quirino Ordaz Coppel. Él ha dicho que seleccionó perfiles, no personas recomendadas. 

Incluso ha dicho que Malova no le recomendó a nadie.

Los hechos ya dan un tinte que hace pensar otra cosa. 

Rafael Lizárraga, por ejemplo, fue quien operó desde el PAN lo necesario para la campaña de Mario López Valdez en 2010 y por eso fue premiado con un cargo público.

¿Y qué decir del “polifacético” “Frank” Córdova? De ser delegado de Profepa en Sonora llegó a esta entidad para trabajar en la campaña de Malova. En ella, junto al asesinado Luis Pérez, tuvo la función del brazo sucio, de coordinar el golpeteo el día de la elección en 2010.

Como premio lo nombraron Secretario de Seguridad Pública, y luego Secretario de Turismo.

Gracias a sabe qué padrinos mágicos, renunció a Turismo y se unió a la campaña de Ordaz Coppel (se decía panista)... y hoy es el Coordinador de Proyectos Estratégicos y Relaciones Internacionales.

Quizá Quirino encuentre su lógica, pero estos tres “renombramientos” huelen a pago de favores a Malova, aunque lo nieguen.

Diputados: van 
un paso atrás

Quince días han transcurrido del año y el ambiente ha estado agitado por el gasolinazo.

De alguna u otra manera a todos nos ha pegado algo de la tormenta: o en los bolsillos o en el coraje o en la indignación (o las tres)...

El hartazgo explotó pues los ciudadanos ya no quieren estar pagando el dispendio de los políticos del PRI, PAN, PRD, PAS, Morena, PES, Panal, Verde, ya sean alta burocracia de los gobiernos o de los partidos.

Así las cosas, el vendaval también pegó en el Congreso de Sinaloa, donde los legisladores locales ven la tormenta y no se hincan. 

Van atrás de la presión ciudadana, lo que por un lado es positivo, ya que han reaccionado a las demandas, pero por otro han mostrado la impericia política para atender la coyuntura.

Sostuvieron una acalorada discusión en tribuna por el gasolinazo y dieron la impresión de que traían el pulso. 

Luego, tras la presión ciudadana, decidieron quitarse los privilegios de combustible y transporte. Hasta aquí íbamos bien, cedieron al reclamo de la gente. Un reclamo lógico en el contexto del abuso histórico de los recursos públicos de la élite política.

Pero en lugar de que los diputados comenzaran a dar paso hacia adelante tras ser “doblegados”, se fueron para atrás y para atrás, como los cangrejos.

La soberbia política les hizo pensar que no tolerarían otra y prefirieron hasta cancelar una sesión por las protestas, habiendo tantos pendientes legislativos.

Y el sábado, cuando el contingente de la tercera marcha contra el gasolinazo llegó a la sede del Poder Legislativo, los  legisladores no salieron a recibir a la comisión de ciudadanos que llevaban el proyecto firmado para que el Congreso exhorte al Congreso de la Unión a eliminar el aumento de precios de las gasolinas.

Salieron después, ya que se dieron cuenta del error.

Las ausencias 
y las sospechas

Aunque no es alguien que se niegue a atender a los medios, el Alcalde de Culiacán, Jesús Antonio Valdés Palazuelos, se ha visto medio escurridizo a la hora de hablar.

Desde que inició esta administración, se ha hablado del desorden que dejaron Sergio Torres Félix y sus funcionarios, sobre todo en finanzas.

Ni el tesorero ni Valdés Palazuelos han explicado en qué va a quedar todo ese asunto de reducciones de salarios, de quitar pagos de servicios de celular o ayudas para comprar automóviles nuevos.

Su agenda es un misterio y cancela las ruedas de prensa, porque contrario a Torres Félix, Valdés Palazuelos no invita a eventos y se la pasa en la sombrita.

Esto ya ha provocado ciertas molestias en los reporteros de la fuente, debido a que este tipo de decisiones han dificultado más su trabajo.

También sería bueno pedir una explicación de por qué hay sueltos vehículos de dependencias de la Comuna o camionetas de transporte de personal del Ayuntamiento, los sábados por la tarde en estacionamientos de supermercados, en el sector Humaya, 

¿Qué no se supone que los vehículos oficiales ya no se iban a prestar?

Además este tipo de acciones se presta a la malas interpretaciones, como el de la supuesta mafia del gasto de gasolina sin control que podría seguir en activo... Mucho ojo.