"El impuesto de la discordia. La hipótesis de la vendetta"

A los empresarios de Sinaloa les cayó como "baño con agua fría" la propuesta para incrementar de 1.5 a 3 por ciento el Impuesto Sobre Nómina. Lo que menos esperaban es que el gobernador electo, Quirino Ordaz Coppel, que emana del sector patronal y al que respaldaron casi a ciegas para que llegara al cargo, les diera el golpe así nomás, sin previo aviso.

Este tema huele mal. Tanto, que circula la hipótesis de que en los últimos días de su mandato, Mario López Valdez procede a cobrarle la factura a la Iniciativa Privada sinaloense por no apoyarlo cuando quiso que Gerardo Vargas Landeros lo sucediera en el cargo. El operador en el Congreso del Estado sería Aarón Rivas Loaiza, quien como secretario de Desarrollo Económico nunca se animó a meter a Malova en el brete de duplicar el ISN.

Y sí. Apesta a vendetta política porque, en efecto, fueron los principales hombres de negocios de Sinaloa los que decidieron solicitarle al Presidente Enrique Peña Nieto que frenara el intento de continuidad del malovato y que designara por el PRI a alguien neutral entre los grupos de poder que disputaban la postulación.

Cuando vieron la campaña anticipada de Vargas y el despegue de este en la intención del voto, procedieron a revisar: Jesús Vizcarra Calderón no quiso, Heriberto Galindo no prendía en el electorado y David López lo veía como sacarse la “rifa del tigre”. ¿Entonces quién?, les preguntó Peña Nieto y los empresarios se quedaron viéndose uno al otro. A las semanas le hicieron llegar su propuesta: Quirino Ordaz Coppel.

Ese episodio de diciembre de 2015 es el que induce la posibilidad de la primera fisura en la relación entre Ordaz Coppel y la Iniciativa Privada. El albazo legislativo que se pretende dar para crecer cien por ciento el ISN ha molestado a los hombres de negocios, más porque se plantea en el contexto de recesión económica que acecha a México y del cual nuestro estado está más cerca.

¿Está en riesgo el cordón umbilical Quirino-empresarios? Tal vez el escenario de ruptura esté lejano todavía, aunque sí se le quita lo aterciopelado a la alfombra en que ambos habían caminado. La luna de miel o el idilio, como se le quiera llamar, se torna desencuentro a tres semanas de que QOC asuma el poder.

La inconformidad de los empresarios se sustenta en tres elementos. Uno, la ausencia de cabildeo para consensuar en las cámaras patronales el dobleteo del ISN; dos, que sea uno de los suyos —empresario, en el ramo hotelero— que también está viviendo las dificultades económicas y aun así proponga crecer la carga fiscal y, tres, que mande al sector patronal señales de avidez fiscal cuando aún no proteste al cargo.

En resumen, pareciera impensable que Ordaz Coppel sea ajeno a la intención de subir el porcentaje al referido impuesto. ¡Aguas! Ello sería más preocupante que el diferendo con los empresarios. Deducir que se trata del último coletazo del malovismo, equivale a robustecer el temor de que el mandatario entrante sea débil ante problemas que ahora más que nunca necesitan de mano firme. ¿Para qué quiere Sinaloa otro gobernante pusilánime?

Re-verso

Van en distintos morrales,

La política y los negocios;

Estos se dan entre socios;

Aquella entre inmorales.

Chuy Toño no

Los integrantes del Consejo Sinaloense de Hombres de Negocios ya cedieron en la terquedad por apadrinar a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez para que continuara otros 4 años y 10 meses como director de la Policía Ministerial. En lo que se mantienen firmes es en la propuesta de que el comandante Julio siga al frente de la Unidad Estatal Antisecuestros o se le promueva para un cargo en el área de seguridad pública.