La historia se repite

    Razones siempre habrá para explicar por qué ocurren ese tipo de accidentes pero hay que empezar a actuar para que las medidas necesarias y suficientes se implementen y obliguen a todos los involucrados a actuar para evitar esos incidentes.

    Hay una frase común que de vez en cuando se aplica para hablar de sucesos recurrentes: de que aquellos que no conocen de su historia están condenados a repetirla. Y aplica de vez en cuando sobre los accidentes.

    De manera frecuente se ha contado de los accidentes que ocurren en los cruces ferroviarios donde la gente asume que es posible ganarle el paso al tren y terminan arrollados.

    Hay quienes tienen la suerte y salvo daños materiales de los vehículos, la libran para contarlo. Pero también hay otras tantas historias que terminan en tragedia, con pérdidas mortales.

    Y se trata de un problema que involucra a todos, en lo personal, de recordar las medidas preventivas para evitar accidentes en zonas delicadas, como un cruce ferroviario, hasta el colectivo, donde el Estado debe encabezar las medidas para evitar este tipo de tragedias.

    Sin embargo, después del impacto emocional que un accidente llega a generar y las reacciones de indignación que las acompañan, las cosas no cambian, la gente no cambia y hay quien sigue asumiendo riesgos, a pesar de que por medio esté su integridad física, y su vida.

    Los casos de accidente se siguen documentando y las deficiencias que las genera siguen siendo las mismas: un conductor que no tomó las prevenciones suficientes, la falta de señalamientos adecuados, la ausencia de infraestructura que inhiba cruces indebidos, la omisión de alertas adecuadas.

    Razones siempre habrá para explicar por qué ocurren ese tipo de accidentes pero hay que empezar a actuar para que las medidas necesarias y suficientes se implementen y obliguen a todos los involucrados a actuar para evitar esos incidentes.

    La seguridad, en este caso la vial y ferroviaria, debe ser de interés de todos y cada uno debe aportar lo que se necesite para que ese tipo de accidentes sean los menos y todos sean más conscientes de los riesgos que representa la ausencia de esas medidas. Dejar de contar accidentes que se pueden evitar, sí es posible.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!