Educación física especial

Amigo lector de Noroeste, el realizar actividad física siempre será un buen método para la calidad de vida, pero hacerlo en personas con alteraciones músculo esquelético y/o daños de otros órganos es fundamental para el beneficio de su salud y ser los más independientes posible, por ejemplo en el “discapacitado” con la relajación se pretende que haya una conexión con el propio cuerpo utilizando la percepción y el registro de sensaciones. Es por esto que para el manejo de la actividad física en este grupo de personas, sus familiares son parte fundamental del equipo multidisciplinario que forma y formara parte del manejo de “paciente”, ya que en la mayoría de los casos son “tratamientos” que se manejas de por vida.

En los diferentes manejos de la educación física especial, siempre se echa mano de la relajación, entiéndase esta como una experiencia muy placentera e interesante para aplicarla con niños y adolescentes que padecen alguna discapacidad, utilizándose para este fin, diferentes acciones como el yoga y la hipnosis, etcétera. Algunos investigadores del Siglo XX, como J. L. Schultz y E. Jacobson presentaron sus teorías y experiencias y las difundieron con la finalidad de aplicarla a quién sea candidato a este tipo de actividad. El método de J. H. Schultz, o entrenamiento autógeno, consiste en un sistema de ejercicios que actúa sobre la musculatura, vasos sanguíneos, corazón, respiración, órganos abdominales y cabeza, trabajando la sensación de peso y calor.

La técnica de relajación de E. Jacobson, se trata de una reeducación progresiva y voluntaria, donde la persona contrae un grupo muscular determinado y luego distiende esa zona tratando de registrar la relajación. Se comienza por una parte del cuerpo, por ejemplo el antebrazo y se avanza progresivamente hacia otros grupos musculares. Consta de varias etapas, yendo de una relajación local a una general. A partir del entrenamiento diario, se busca que la persona pueda crear nuevas posturas y hábitos, dominando la distensión muscular.

Existen otras técnicas de relajación como la de Ajuriaguerra, esta se apoya en los trabajos de Wallon relacionando la actividad tónica y la vida emocional. Este es un trabajo largo que se realiza junto al terapeuta dándole mucha importancia al vincula que se establece entre ambos, y a partir del cual, mediante el método, va sucediéndola experiencia de relajación. Otro método de relajación infantil es el de Jean Bergés y Marika Bounes, este toma los aportes de Wallon y J. Ajuriaguerra destacando el concepto de “dialogo tónico”. Este método se aplica para trabajar en forma grupal. La técnica tiene tres momentos: uno de concentración mental, otro de distensión neuromuscular y el tercero de regreso, mediante la contracción de los músculos para volver a su estado habitual. Luego entonces para cualquier profesional de la cultura física es importante que dentro del la carga de trabajo a este grupo de personas se incluya la relajación, lo que ayudara al entrenado a una mejor ejecución.

El indicar la relajación en conjunto con el resto de ejercicios es por lo beneficios que otorga transitar por esta experiencia. Ofrecer a los alumnos un momento de conexión con el propio cuerpo, que sea a partir del movimiento o la acción, posibilitando conectarse con sensaciones y sonidos que provienen del interior y del exterior del cuerpo. Uno de los puntos centrales del trabajo es la vivencia del cuerpo en reposo y la toma de conciencia del estado del tono muscular.

Cada persona tiene una modalidad tónica particular, que está en relación con su modo de ser y hacer: niños de carácter noble unos un poco aguerridos, y otros más duros y tensos, esto obliga al profesional de la cultura física hacer su trabajo en grupos que reúnan mas o menos las mismas características.

En esta experiencia de relajación pueden participar quienes tengan cierta comprensión y desarrollo, ya que dado que las técnicas de relajación que se van a implementar utilizan como recurso el lenguaje, dirigiendo palabras y acciones hacia el entrenado.