El caso Sarkozy: reflexiones sobre la corrupción y la justicia a nivel global

    Lleva tiempo, sin duda, pero ante el surgimiento de liderazgos autoritarios y corruptos en distintas latitudes del planeta, los sistemas judiciales son un contrapeso necesario para evitar regresar a gobiernos unipersonales y dictatoriales. En los sistemas democráticos los contrapesos en el poder son un pilar necesario. La tentación de los dictadores es acabar con ellos para imponer su voluntad como mandato de gobierno. No lo podemos permitir.

    Hace unos días amanecimos con la noticia de que el ex Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, fue condenado a seis meses de prisión por el financiamiento ilegal de su campaña en 2012.

    Algunas personas leyeron la noticia con escepticismo y otras con grata sorpresa: la corrupción no siempre tiene manos libres en el mundo.

    Transparencia Internacional indica, de acuerdo con su Índice Global de Corrupción 2023, que la mayoría de los países lograron mínimos o nulos avances en su combate a la corrupción durante los últimos doce años. De acuerdo con el Índice del Estado de Derecho en el mundo, los sistemas de justicia a nivel global están en franco declive.

    En este contexto internacional, la noticia sobre Sarkozy nos deja espacios necesarios de reflexión y consideración tanto a nivel global como con relación a países específicos.

    Esta condena al ex Presidente francés es la culminación de sospechas, acusaciones e investigaciones que surgieron a raíz de que dejó el Elíseo en París al final de su presidencia (2007-2012). La investigación duró poco más de diez años.

    - Se le acusó por haber recibido dinero de Muamar el Gadafi, el dictador de Libia, en 2007 para su campaña presidencial.

    - En 2013 se dio el comienzo de las investigaciones por el caso de las escuchas telefónicas, donde Sarkozy y su abogado Thierry Herzog son sospechosos de intentar obtener información confidencial de un magistrado a cambio de favores. En otras palabras, por sospecha de tráfico de influencias.

    - En noviembre de 2020 se abre el juicio contra Sarkozy por corrupción y tráfico de influencias relacionado con el “caso de las escuchas”.

    - En marzo de 2021 Sarkozy es encontrado culpable de corrupción y tráfico de influencias y es sentenciado a tres años de prisión, con dos años en suspenso y el tercero bajo arresto domiciliario con un brazalete electrónico. El ex jefe de Estado es acusado de corrupción pasiva, conspiración criminal, financiación ilegal de una campaña electoral y encubrimiento de malversación de fondos públicos libios.

    - En mayo de 2023 la apelación de Sarkozy contra su condena por corrupción es rechazada por el Tribunal de Apelaciones de París. Sarkozy y su equipo legal anuncian que llevarán el caso a la Corte de Casación de Francia.

    - El 14 de febrero del 2024 es sentenciado a 6 meses de cárcel por el financiamiento ilegal de su campaña en 2012.

    Su antecesor y mentor, Jacques Chirac, también fue acusado en 2011 de haber permitido un sistema de corrupción durante su mandato como Alcalde de París, por malversación de fondos públicos y abuso de confianza (1977-1995), antes de su presidencia. No fue a la cárcel debido a su edad y su condición de salud.

    Para Francia, esto tiene varias implicaciones en materia de gobernabilidad y estado de derecho, así como respecto a la independencia del sistema de justicia. La visión general es de un sistema judicial independiente y pone de manifiesto la importancia y valor de la rendición de cuentas en una democracia al ser capaz de juzgar a un ex Presidente por delitos ocurridos durante su mandato.

    A nivel internacional sienta un precedente importante al hacer visible que es posible juzgar a ex jefes de Estado y de Gobierno por acciones ilegales y también es un mensaje para altos funcionarios de los gobiernos. La ley les puede alcanzar.

    Existen casos relativamente recientes de juicios a ex mandatarios:

    - Alberto Fujimori (Perú): condenado por corrupción y violaciones de derechos humanos y encarcelado en 2009. Fue liberado en diciembre de 2023.

    - Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil): detenido y condenado por cargos de corrupción en 2018, aunque luego las sentencias fueron anuladas.

    - Park Geun-hye (Corea del Sur): destituida y condenada por corrupción y abuso de poder en 2018.

    - Jacob Zuma (Sudáfrica): encarcelado en 2021 por cargos de corrupción, pero liberado por apelaciones.

    En un mundo en el que la corrupción se está haciendo cada día más evidente y en el que los sistemas judiciales están puestos en duda por los tentáculos de la corrupción en los sistemas políticos, una sentencia de esta naturaleza trae un aire de esperanza. La lucha contra la corrupción y la impunidad no está perdida.

    Lleva tiempo, sin duda, pero ante el surgimiento de liderazgos autoritarios y corruptos en distintas latitudes del planeta, los sistemas judiciales son un contrapeso necesario para evitar regresar a gobiernos unipersonales y dictatoriales. En los sistemas democráticos los contrapesos en el poder son un pilar necesario. La tentación de los dictadores es acabar con ellos para imponer su voluntad como mandato de gobierno. No lo podemos permitir.

    Hoy más que nunca, es necesario apostar por la independencia del Poder Judicial en los países y por generar pesos y contrapesos frente a las tentaciones dictatoriales que están abriéndose camino en el mundo.

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    Internacionalista y politóloga, fundadora de Mujeres Construyendo

    @LaClau

    www.mujeresconstruyendo.com
    Animal Politico
    @Pajaropolitico

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